Si tuviera tan solo un poco
De la inspiración de mis musas
Podría escribirte algo
Y las cosas que te diría
Irían desde lo sublime
Hasta la máxima representación
De la palabra hablada
Pero parece que hoy
No podré decirte cosas hermosas
No porque me falten ganas
Sino porque las musas
No han acudido a mi llamado
Y es una verdadera lástima
Porque las tantas cosas
Que tengo que decirte
Están haciendo que mi alma
Se sienta compungida
Y esperando que lleguen mis musas.
He mirado todas las paredes
Y me entretengo fácilmente
Con los detalles más insignificantes
Llegando a la funesta conclusión
De que es realmente imposible
Sin la inspiración de mis musas
Decirte que eres como un arcángel
Que anda errante por los aires
Revoloteando a tu paso
Cada pensamiento mío
Y que tus ojos son dos soles
Que alumbran mi camino
Despejando la bruma matutina
Que me causa sopor en las noches
Podría decirte también
Que tus labios son tan tiernos
Que he llegado a pensar
Que Dios tomó una manzana
Y esculpió tu boca
Y la dotó de una dulzura
Mucho más que bella
Sublime al igual que tu voz
Pero sé que es imposible
Que yo te diga estas cosas
Porque hoy mis musas
Parece que han decidido
No responder a mi llamado
Y lo lamento mucho
Porque lo que tengo que decirte
Oprime fuertemente mi pecho
Y me hace parecerme
A una pompa de jabón
Que se estrella en tierra
Y sin más remedio
Tengo que desistir
De mi afanosa empresa
Porque sin la perentoria ayuda
De mis musas
No creo que pueda decirte
Que tus pechos son
Como la mejor cristalización
De mis obsesiones, utopías y sueños
Y que tu piel de hembra
Es tan atrayente y dulce
Como la miel añejada
A cualquier paladar del planeta
Ni podré decirte tampoco
Sin la inspiración auténtica
De mis musas
Que te amo sin la cordura
Que usualmente acompaña
A las personas normales
Así que lo pospondré
Para otra época y lugar
Cuando las musas me visiten
Y llenen de inspiración mi alma
Para entonces poder decirte
Las mejores cosas que llegan
Al extremo de lo vergonzoso.
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