Como las raíces del manglar
Entre el espeso fango
Así vinieron a ser
Tus delicadas manos
En lo hondo de mí
Y fue tan profundo
El lugar donde hurgaste
Con tus dedos de hembra
Que quedaron las marcas
De forma indeleble
Entre la viva carne
De mi corazón de hombre
Y desde entonces
Y para siempre
Quedaste fijamente imantada
A cada acto simple
Y a cada pensamiento
Que se le ocurriera a mi mente
Y por ser tan insistente
Y a la vez tan insinuante
Tu huella en mi ser
Tuve que irremediablemente
Rendir mi mente
Particularmente a cada uno
De tus propósitos
Porque llegaste a mí
Y te enredaste en mi cuerpo
Como las raíces del manglar
Entre el espeso fango
Así vinieron a ser
Tus delicadas manos
En lo hondo de mí.
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