El pandemonium que originaste
Al partir de mi destino,
No tiene comparación
Con ninguna materia
Existente en el universo,
Te juro que me dejaste
Baldío de amor el corazón,
Arruinados los pilares
De mis sentimientos,
Anegadas las pasarelas
Que tenía para sobrevivir
En momentos de catástrofes,
Inundados con soledad
Todos los salones
Que tenía cerrados con llave
En mi destartalado espíritu,
Y encerrados en prisiones
Todos y cada uno
De mis estupefactos sentidos,
Te aseguro que me encuentro
En un estado vegetativo,
Con la mirada perdida,
Y mi palpitar paralizado
A causa del horror
Que me ocasiona el vacío
En que me dejaste suspendido,
Como si fuese mi existir
Una antesala del infierno.
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