¡Diantre, qué lástima!
Como quisiera acariciar
Tus pechos virginales
Y entonces poder subir
Victorioso hasta la cima de tus senos
Para poder recorrer tu cuerpo
Con mis labios libidinosos
Y entonces poder decir
Que me he entregado en mi juventud
A la mujer que amé
Aunque sé que quizás no podré
Tocarte ni un solo cabello
Quiero que conozcas mis sueños
Mis delirios y mis frustraciones
¡Diantre, qué lástima!
Que deseo tan enorme
De tenerte entre mis brazos
Con tus pechos al desnudo
Para amarrte y acariciarte
Suave y dulcemente
Hasta llegar juntos
A la cima del placer
A pesar de que ahora
No pueda mirarte a los ojos
¡Diantre, qué lástima!
Si vieras lo desesperada
Que se torna mi mirada
Al ver tus pechos femeninos
Tan frágiles, tan bellos y erectos
Que con mucha seguridad
Si te sigo viendo así
Llegaré a enloquecer por el deseo
De acariciar tus pechos al desnudo
Sabiendo que aunque me esfuerce
No llegaré a acariciar tu piel
¡Diantre, qué lástima!
A quien culparé por mi suerte
Sabiendo que no he de tenerte
Estoy al borde del delirium
Y ya no puedo más
Casi me rindo ante la locura
De sentirme impotente
Al querer tocar tus senos
Porque tú eres la única que puede
Decidir mi oportuna suerte
Y has decidido enloquecerme
Con tus pechos virginales
¡Diantre, qué lástima!
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