Mi pecho es un jardín de Circe.
Donde el sosiego no se nombra,
Las fieras deambulan tristes
Y la melancolía es una norma.
Mi corazón traza una elipse.
Vadea ambulante entre alondras,
Tapizan con sus alas tristes
Mis cielos con su oscura alfombra.
Mi corazón es un eclipse.
Va desapareciendo en las sombras
De la Némesis de ojos tristes
Que se inserta entre nuestras horas.
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