Si las piedras llenas de musgo
Colocadas al borde
De las cataratas del Niagara
Estuvieran atadas
A este amor,
De seguro que ni el sol
Podría calentar
Lo interno de mis huesos,
Ni me dejaría en paz
Este maldito dolor.
Numerosas piedras
Cubiertas de musgo
Reposan al borde
De las Cataratas del Niagara.
Y un dolor inmenso
En mi corazón
Me tiene la vida
Trastornada.
Suele suceder que un amor,
Al final de sus días,
Se torna como piedra
Gigantesca de molino
A tu cuello atada
Y el peso de la nada
Que te llena los sentidos
Es tan grande
Y mezquino.
Quisiera poder desasirme
Justo al borde de tu nada
Y con mi alma trastocada
En enorme catarata
Volverme espuma
Desvanecerme
Entre tus cascadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario