Para oír esta, mi voz,
Resquebrajada, agónica y desesperada,
Rasgada, desarmónica y angustiada,
No se precisa
Tener un oído educado
En materias de eufonía,
Sólo basta que mires mis ojos
Cómo naufragan en agonía.
Mi voz es una campana
Que repica sin melodía,
Es una luna ahogada
En los mares de la fantasía.
Es preciso decir:
Que tuve una voz que gritaba
En desesperación su agonía,
Y que las alas de querube
Que antaño poseía
Las perdí en el naufragio
En donde perdí tu compañía.
¿Qué he de hacer con la voz que tuve,
Y que no puedo rescatar?
¿Qué haré con las alas de querube,
Que no pude desplegar?
¿Qué he de hacer con la negra nube,
Que autoritaria se hubo de instalar
Provocando las sombras que cubren
Cada espacio donde mirar?
Para oír esta, mi voz,
Resquebrajada, agónica y desesperada,
Rasgada, desarmónica y angustiada,
No se precisa
Tener un oído educado
En materias de eufonía,
Solo basta que mires mis ojos
Cómo naufragan en agonía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario