Busque algo en tu discurso
Que pudiera reprochar
Con suma dureza
Pero la exagerada dulzura
Que percibí en tus ojos
Convenció a mis sentidos
Hasta el punto mismo
De llegar a venerarte
Con una extremada devoción
Y me rendí exhausto
Ante el placer que sentía
Al contemplar tus labios
De doncella dormida
Como musitaban sutilmente
Que me llevarías contigo
Muchísimo más allá
De las dimensiones normales
En el plano del amor
Entonces fue cuando embebí
Todo mi ser entre tus aguas
Porque no encontré nada
Que pudiera criticar
Entre tus bellas palabras.
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