Pero que chasco me llevé
Al probar de tu piel
Que me parecía de miel
Y que resultó ser amarga
Y venenosa en extremo
Para todos mis sentidos
Porque no eras más
Que un frasco de cristal
Primorosamente tallado
Pero rebosante de veneno
Dulce y con olor agradable
Era todo tu contenido
Y yo me dejé llevar
De tu hermosa apariencia
Sin saber que tus besos
Se volverían áspides
Entre la carne mía
Ahora heme aquí
Con mi sonrisa marchita
Y con mi mirada perdida
En lontananza del infinito
Vagando errabundo
Y llevando a cuestas
El proceso irreversible
De mi fatídica muerte
Porque no me dí cuenta
De lo superficialmente
Que estaba hecho tu cuerpo
Y que chasco me llevé
Al probar de tu piel
Que me parecía de miel
Y que resultó ser amarga
Y venenosa en extremo
Para todos mis sentidos.
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