Antes de ver tu rostro
Estaba al borde de la desesperación
Mis ánimos flaqueaban
Y mi espíritu estaba quebrantado.
Tuve que rendirme a la locura
Que carcomía
A diestra y siniestra mi mente
Y cuando vi tus ojos color tus ojos
Todo en mi lamentosa existencia
Era motivo de exclamaciones optimistas,
Cada una de tus miradas
Era un pretexto de celebración
Para mi adolorido corazón.
Llegaste muy de improviso
Y con desfachatez impresionista
Me sedujiste
Hasta hacerme ridículo.
Después de pasar un tiempo
Y sentir que la calma que me dabas
Prevalecía ante mi histeria
Jure ante el séptimo cielo
Que como tu me habías seducido
Con desfachatez impresionista,
Con desfachatez impresionista
Te defendería
Como león herido
O como un mamut sin sus colmillos
Porque mi vida sin ti
Era tan desastrosa
Que la podía definir
Con tres palabras:
Lamentaciones, lamentaciones, lamentaciones.
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