Esto de darse sin medida
Puede sonar muy bonito
En las epopeyas del judeocristianismo.
Pero luego de recorrer
Las montañas más profundas,
Los valles más resecos,
Los pantanos, las tundras,
De medir la tierra y su anchura.
Luego de testear toda la flora,
De contar cada espécimen
De aladas aves,
Luego de llorar a mares.
Luego de hurgar, de reptar, de fingir,
Al final del tiempo del gemido,
Cuando ya se han agotado mis matices
Cuando se ha ennegrecido mis arcoíris,
Cuando mi nube ha sido disipada,
Cuando mi árbol ya se desarraigó,
¿A dónde va a parar mi solitario corazón?
Esto de darse sin medida
Puede sonar muy bonito
En las epopeyas del judeocristianismo.
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