Anoche
Bajo la sombra de la luna
Yo era un ciego.
Un cavernario pez
Sin ojos y sin color,
En perpetua oscuridad.
Mientras tú
Llevabas a Venus
En tu mirada
En tu pelo,
En tu apacible suspirar.
Y esta mañana
Al abrir mis ventanas
A la azul inmensidad,
Allí estaba
El planeta Venus
Y la luna esplendiendo
En su totalidad.
Sensible seré a tu luz.
Abriré mis ojos
Despaciosamente
Para ver las honduras
Habituales de tu mirar,
Y que me hagas emerger
Invicto y victorioso
De la caverna oscura
Que aprisiona mi trinar.
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