A estas alturas,
Luego de otoños
Y más otoños
Me he repetido
Más de mil veces,
Que debería terminar
De una vez por todas
De dar la vuelta,
Desistir de intentar
Atrapar
Esa levitante brizna,
Esa inasible pizca,
Esa tu sonrisa cambiante
Como etérea
Desvaneciente nube.
Conjurar
Este cuerpo
Envejecido
Y por combustión
Espontánea
Extinguir
Ese agobiado
Corazón.
¿Pero cómo?
Si cada latido, soplido
Respiro,
Golpe de pupilas,
Sensación,
Llevan como marca
De fábrica tu nombre
Tienen por destino
Tu sexo,
Vienen atadas a la nada
Que rodea tu nación.
Y aunque quiero
Dejar caer mis ramas,
Mis hojas, mis nidos,
En esta noche profunda
Siento
Que estoy sitiado por tus besos
Acorralado por tu ilusión.
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