Tu rostro emerge
En la superficie de mi memoria
Como silueta de esfinge,
Cumbre de témpano
Cúspide de la delicia,
Delirio de mis abismos,
Como prefiguración
De serena felicidad.
Y me comporto
Como saltarín tropical
Que alocadamente revolotea
En torno a tus flores.
Qué puede hacer
Un corazón sin muros
Como el mío,
Sino rendirse
Ante las astas
De bandera de victoria
Que blandes
En señal de triunfo
En el prado de mi existir.
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