Apareciste entre la luna y el sol
Rivalizando tu sonrisa
Con la aurora.
Viniste porque supuestamente
Yo te habría de enseñar
A cultivar un millón de rosas.
Dijiste que los arcángeles
Que te recorrían el cuerpo
Deseaban algunos besos
De los que yo podía dar
Y cuando nuestras atónitas miradas
Hubieron de encontrarse
Por más de cinco veces
Al instante lo supe:
Era contigo con quien cultivaría
Las rosas
En esta temporada fría
Al costado de mi cama.
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