Desconecté los artefactos de mi cuerpo
Que mantenían el consumo
De mi energía erótica
Para que cuando llegaras
De recorrer la tierra
Y su plenitud,
De interactuar con el mundo
Y lo que en él habita,
Que fueran tus desnudas manos
Las que por reacción carnal
Incendiaran mi Roma,
Mi Alejandría, mi Atenas.
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