Yo te vi una tarde fría
Cuando mi pecho se hallaba
A orillas de la muerte
Como una gaviota que resta
Mareas y olas,
Ceñido a la tristeza
Perdido estaba yo
Sin suerte.
Tus ojos eran azules
Y tus piernas eran
Columnas celestes.
Por eso quise abrazarte
Y dormir contigo
Tiernamente
Para mojar mi lengua
En el estanque de mieles
Que reposa en tu vientre.
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