Aunque me veas caminando por las calles
Con mi pelo sediento de tu olor
Y aunque en mis sandalias tus pasos
Se enreden cual selvática flor,
No me mires directamente a los ojos,
Ni tus besos me insinúes
Para que mi corazón
No caiga distraído por la borda,
Deshidratado de amor.
Porque sabes que mi pecho
Luego de tu partida
Se ha dividido en dos:
Uno que desea que vuelvas
Y uno que remueve el dolor
De tu indiferencia tremenda
Con que alimentaste mi flor.
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