Permaneceré condenado por la ternura
A amarte perpetuamente,
Como si fuese un arcángel
Irremediablemente poseído
Por el espíritu del amor,
Aunque pensé que podría deshacerme
De la dulzura tan apabullante
Que me estresó,
Porque no estaba permitiendo
Que mis manos liberasen
Las caricias reprimidas
Que nacían espontáneamente
De mi corazón,
Pero tú me hiciste entender
Que el amor se debe dejar volar
Como si fuese una garza blanca
Que se eleva tras las montañas
Y retorna como un bumerán,
Para introducirse luego
Hasta los tuétanos,
Y las más ínfimas fibras
De mi cuerpo,
Y por eso permaneceré
Condenado por la ternura,
A amarte perpetuamente
Como si fuese un arcángel
Irremediablemente poseído
Por el espíritu del amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario