El rompeolas de mis párpados
Se quebró por azar
El mismo día que te fuiste,
Y la marea de lágrimas
Que había en mi interior
Subió,
Hasta cubrir por completo
Todo vestigio de esperanza
Que me diera la confianza
Para poder sobrevivir,
Y sin razón aparente
Me he dejado hundir
En lo profundo de una locura
Que no ha tenido parangón
En la historia fugaz
De mi existir.
No tuvo mi corazón la dicha
De ser semejante
A un Arca de Noé
Y poder quedar varado
En las elevadas montañas
De los sueños,
Porque el rompeolas de mis párpados
Se quebró
El mismo día que te fuiste,
Y la marea de lágrimas
Que había en mi interior
Se elevó,
De una manera tan desmesurada
Que fueron creados
En mi mundo interno
Nuevos inmensos océanos.
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