No siempre tuve
Esta espantosa sed de tus besos
Atornillada a mis secos huesos.
Este desierto de Kalahari
Que ahora atravieso
No siempre fue un territorio yermo.
Hubo momentos entre tú y yo
En el que florecían
Los manantiales tiernos.
Hace un tiempo hubo en mí
Verdes guirnaldas
Símiles a pendientes jardines
De Babilonia.
Pensar en ello es como tomar
Un vino dulce que adormece mi memoria.
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