En cada espacio
Vacío de mi cuerpo
En donde posas
Tus diestras manos
Allí surge un ikebana
Art nouveau.
Por esto vengo
A ofrecerme
Y que los extremos
De mi cuerpo,
Siguiendo los rumbos
De Ramon Llull,
Se esparzan
A tus cuatro vientos.
Y se dibujen flores
En los recónditos dominios
De mi universo.
Pongamos:
Los desiertos estériles
De mi plexo,
Que haya agaves,
Y cactus,
Y aloes,
Y cardos,
Y espinos.
O la tundra de mi pecho,
Que haya líquenes
Y musgos,
Y sauces,
Y abedules,
Y enebros.
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