En verdad en verdad
Te digo
Que yo no era merecedor
De tu cariño.
Esta mañana
Cuando tu lengua cósmica
Apareció en el cielo
Y llegó a rozar mi ombligo
Comprendí la tibieza
En medio del invierno.
Lo que quiero decir es
Que ascendí en tu carro
De carne y fuego,
Que bajé a las profundidades
De tu pecho.
Dicho de otro modo
Subí al cielo
Bajando a las honduras
De tu cuerpo.
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