Hay días como pájaros.
Algunos son como gorriones saltarines
Al borde de mi desnuda ventana,
Otros son coloridos papagayos
Estallando de delirios sobre mi cama,
Hay días que son búhos silenciosos
Con la opacidad absoluta del gris,
También hay días que son buitres
Insomnes esperando devorar mi carne,
Y hay días tan terribles como cuervos
En la niebla: fríos, oscuros, desasosegantes.
Rememoro esos días
Del génesis cuando me creaste
Un nuevo cielo y una nueva tierra,
Aquel día cuando mi psique enardeciste
Afianzando los cimientos
De mi Nueva Jerusalén…
Y así, como pájaro nómada
Llegó el día de ayer,
Por ejemplo,
Cuando como un loco
Aleteando de aquí allá
Busqué la orientación
Y el refugio
De tu pecho:
Mi nidal.
Hoy, cuando mis apocados suspiros
No llaman la atención
De tu sonrisa nacarada
Y mis ansias alocadas
Me obligan a trinar
De voz en cuello
Tú nombre sin lograr
Que tu mano acune
El deseo de mi cuerpo
Y estas ansias de emigrar.
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