Es en las noches
Cuando me entra al cuerpo
Esta oleada innumerable
De nostálgicos murciélagos
Que me murmuran de ti.
Qué puedo hacer
Si es que el placer
De comer de tu cuerpo
Se ha convertido en el sustento
De mi ser.
Así como el profeta Elías
Fue transportado
En su carro de fuego
Cuando estoy contigo
Y tus mimos y mis mimos
Se vuelven una sola cosa
Es un carro de delirios
Y de sueños
El que transporta mis besos
Hasta tu piel.
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