Hay un espejo dejado al descuido
En el horizonte de mi calma,
Refleja una luz que crepita sin ruido
En el plano perdido de mi karma,
Y una veta de dolor prohibido
Durmiendo acurrucado en mi cama.
Y doce lunas que me cuelgan perdidas
Disparadas como balas de salva
Esparcen el diámetro de mi herida
Tiñendo mis sabanas de malva,
Ellas dejan mi euforia vencida,
Llenando de soledades mi alba.
Hay un espejo dejado al descuido
En el horizonte de mi calma,
Refleja una luz que crepita sin ruido
En el plano perdido de mi karma,
Y una veta de dolor prohibido
Durmiendo acurrucado en mi cama.
Doce heridas me colman la vida
Su reflejo en el espejo quita mi calma,
Cada uno vuela y no anida
En mi otrora cálida cama
Haciendo de mi ilusión perdida
Un desastre repleto de nada.
Hay un espejo dejado al descuido
En el horizonte de mi calma,
Refleja una luz que crepita sin ruido
En el plano perdido de mi karma,
Y una veta de dolor prohibido
Durmiendo acurrucado en mi cama.
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