Los innumerables trazos
Que en momentos de delirio
Con mis pies y con mis brazos
Esbocé pensando en ti,
Han llegado a acumularse
En los cuatro costados de mi calma
Creando nuevas montañas
En las planicies de mi alma,
Impidiéndome dormir
Entre los lazos de mi cama,
Y me obligan a velar
En el regazo de mi karma.
Hay cientos de versos
Escritos con inquietud,
Y que permanecen dispersos
En mi diario de juventud.
Todos fueron hechos
Con innumerables trazos
Que en momentos de delirio
Con mis pies y con mis brazos
Esbocé pensando en ti,
Y han llegado a acumularse
En los cuatro costados de mi calma
Creando nuevas montañas
En las planicies de mi alma,
Impidiéndome dormir
Entre los lazos de mi cama,
Y me obligan a velar
En el regazo de mi karma.
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