No es que el carnaval brasileño
Se haya instalado en mi cara,
Como si fuese lo mismo
que la arena impoluta de la playa,
Ni que el baile en la calle
Haya acaparado el sentido
Que me lleva al nirvana.
No es que el espíritu mismo
de un super héroe vivo
haya arrebatado en vilo
el espíritu de mi alma,
Ni que los duendes prohibidos
Hayan hecho conmigo
El maniquí de su karma.
Solo he tomado el disfraz
Que me pongo cada mañana
Para salir airoso
A la calle y su maraña
Y volver a mi refugio
Gozoso de que la hazaña
Que libra mi corazón
Cada día y cada noche
No ha acabado con mi ilusión.
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