La luz de tu gloria llegó a mi vida
Y me lanzó al medio del camino
Trastornando para siempre mi destino
Y sanando y curando mis heridas.
Y me convertí desde ese momento
En tu hijo adoptivo por amor
Porque de mi ser llevaste el dolor
Y toda clase de amargo lamento.
Desde entonces con libertad te adoro
Elevando mis brazos a tu luz
Y alabo tu gran nombre Jesús
Como mi más bello tesoro.
Porque me hiciste volverme a tu cruz
Y me adoptaste como tu hijo
Por eso mi alma bendijo
El momento en que hallé de tu luz.
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