Eran tus pechos tan perfectos
Y tan precisos a mis necesidades
Que maldije mil veces
El día que te vi partir
Rompí en acto desesperado
Todas mis ropas
Porque sabía que al irte
Serías como el viento
Que se va y no vuelve
Eran tus ojos tan hermosos
Y tan escrutadores de lo mío
Que aborrecí mi vida
Cuando supe que te irías
Y lloré de una forma
Que inundé mi alma
Porque supe que te amaba
Como nunca antes amé
A una mujer sobre la tierra
Eran tus labios tan sensuales
Que decidí aniquilarme
Porque supe al instante
Que tu vida no sería
Ya jamás mi vida
Y opté en mi angustia
Pro no sentir más nada
Que no fuese la muerte
Que me dejaste merodeando alrededor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario