Llegaste en el justo momento
Y te entregaste en la justa medida
Cuando la tarde se ceñía
Presurosa su traje de estrellas
Apareciste como por magia
Y desde el atardecer hasta la aurora
Consumiste tu amor en mi cuerpo
Sin restricciones ni mezquindades
Colonizando cada palmo de mi piel
Y conquistando todos mis estremecimientos
Hasta convertirte en dueña absoluta
De mis sensaciones alborotadas
E impregnando mi destartalado espíritu
De la dulzura de tus ojos
Llegaste en una barcaza llena de caricias
Invadiendo todos mis territorios
Y apoderándote de mis reservas
Te posaste al anochecer en mi puerta
Trocando mi monstruosa soledad
Por el deseo de poseerte
Que empezó a consumir mis sentidos
Sin ninguna contemplación
Y llegamos juntos a parecer
Como pompas de jabón
Navegando ingrávidos por los aires
Sintiendo el placer de consumir
Todo el amor en nuestros cuerpos
Porque llegaste en el justo momento
Y te entregaste en la justa medida
Hasta que la noche presurosa
Insistió en desnudarse a la alborada
De su hermoso traje de estrellas.
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