Cuando tus manos me sujetan
Como hojas de venus atrapamoscas,
Haces que mi cuerpo se convierta
En multitud de frenéticas aves.
A veces soy un cálido caladio.
Y es que tú haces que se enardezcan
Los colores de las venas en mis hojas.
Ayer, cuando me miraste
Con tus ojos de volcán a punto de hacer erupción
Yo me volví millares de estorninos
Y cuando con tu copa repleta de ambrosía
Me hiciste entregar el cofre del deseo
Como tributo a tu franca risa
Yo fui alas de pelágicas bandadas
Surcando el ancho mar.
Y de nuevo hoy anhelo
Que me hagas gorjear
Como canario enloquecido
O como calandria en el estío tropical.
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