Cuando exploraba
Errante y extático
La pluviselva de la vida
Como si fuese un botánico
En las fronteras del Caribe
Hallé la verde floresta
Secreta
Que tenías en tu pecho,
Y empecé
Sin proponérmelo,
A hablar en nuevas lenguas,
Angelicales e insondables
Cuando encontré
El delirio en tu vientre.
Tus manos coronaron mi testa
Con laureles, ortigas,
Y enredaderas,
Yerbas de olor y palmeras
No reconocidas
Por la ciencia.
Me hiciste reverdecer
Perennemente.
Y fue ahí
Cuando entendí
Que mi vida
No sería vida sin ti.
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