Para que desencadenase en la apoteosis de mis amarguras
Tú hiciste una asociación con las larvas del dolor.
No podía evitar mirarte mientras avanzabas en mi dirección
Pero no fuiste más perra que yo
Y te dejé acercarte sosegadamente
Sin que mis párpados temblaran por el temor.
Como en aquella escena del libro de Isaías
Tú venías desde lo hondo de mi interior
Con tu vestido rojo,
Inclinándote en la plenitud de tu fuerza
Como el atleta cósmico,
Como el portento discóbolo de Mirón,
Y lanzaste tu disco solar,
Tus dardos de nieve contra mi parasol.
No podía evitar mirarte mientras avanzabas en mi dirección
Pero no fuiste más perra que yo
Y te dejé acercarte sosegadamente
Sin que mis párpados temblaran por el temor.
Para hacer desencadenar la apoteosis de tus amarguras
Fui consubstanciación con las ponzoñas del amor.