No disturbes la tranquilidad
De mis estanques
No muevas ni una hoja
Del follaje,
Déjame así
Lejano y distante
Porque bien yo comprendí
Que a mi
Solo vienes
Cuando precisas alpiste,
Pero mis manos están
Ya prontas a cerrar.
Por lo tanto
Como edicto imperial
Ordeno a mis sentidos
Que te deben ignorar
Aunque vengas con tus labios
Y tu lengua,
Y tu pecho,
Y tus ojos llenos de luz,
Y tu perfecta sonrisa
Y aunque vengas
Con el arco de tus cejas
Y aunque vengas
Con la perfecta hilera
De tus dientes,
Aunque me mires
Con ojos implorantes
Y derribadores de mi ego
No me voy a mover
Y quiero que me dejes así
Lejano y distante
Porque bien yo comprendí
Que a mi
Solo vienes
Cuando precisas alpiste,
Pero mis manos están
Ya prontas a cerrar.
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