Esta mañana
Para llegar a mi trabajo
Yo no vine en un autobús:
Vine en el carro de fuego
En el que fue transportado
El profeta Elías
Hasta los altos cielos.
Así como el profeta Elías
Fue transportado
En un carro de fuego,
Cuando estoy contigo
Y tus mimos y mis mimos
Se vuelven una sola cosa.
Es un carro de delirios
El que transporta mis besos
A tu boca.
Lléname de tus ojos
Por todo el cuerpo
Que ahora no soy más
Que un arcángel errante,
Un querubín caído.
Fue que tus labios y tu rostro
Produjeron en mí
Una especie de fascinación animal:
Sentí cuando llegaste
Que mis ojos empezaban
A lubricarse y los senos
De mi nariz
Me permitían respirar mejor.
Tu boca fue el aliciente
Para despegar de la tierra
En dirección
Hacia el éter universal.
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