Si en la más remota penumbra
De mi sórdido universo
Permanece aquel, tu beso
Palpitando perennemente
Como una gota de luz
Que palpita en la oscuridad,
Desvaneciendo los mantos
De la desdicha y desfelicidad.
Si tu beso es una supernova
Que se creó en mi inmensidad
Al momento de tu boca
Mi pecho besar.
¿Qué va a pasar cuando tus labios
Besen cada resquicio de mi humanidad?
Será el momento de extinguir
Estos tristes gigantescos dinosaurios
Que vagan con su mirada marchita
Por los campos de mi interior,
Rumiando una soledad
Que reverdece a cada palmo
De mi corazón.
Y entonces comenzará
Al dictado de tus labios
El apogeo
De mi nuevo cielo y mi nueva tierra.
Esta Jerusalén antigua
Que tengo en lugar de cuerpo
Será el habitáculo de tu ser
Para que mores
Por los siglos de los siglos,
Amen.
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