Mi cuerpo tiene un pabilo
Que sólo se puede encender
Cuando tus labios desáridos
Se acercan a mi piel
Rozando la superficie
De mi aura y de mi ser.
Toca las rosas rosas
Y las rosas rojas de mi cuerpo
Para que tu fuego eterno
Me pueda desvanecer y despetalizar.
Cuando tu flama encendida
Alborota la luz de mi interior
Yo broto de entre la tierra
Como retoño antes del otoño,
Mi cuerpo reverdece
Cual vara de Aarón
O como palmera enhiesta
Por encima de las nubes.
He aquí que he de revolotear
Alrededor de tu flama
Hasta que quemes como estopa
Humedecida en brea
La escoria pusilanimizante
Que atosiga mi interior.
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