La noche en que tus piernas
Se abrieron como mariposas
En primavera
Fue la noche en que mi agonía
Aumentó hasta desbordar
Mi marea.
La noche en que tus gemidos
Hacían mi cuerpo de cera
Fue la noche en que mi espíritu
Culminó su larga espera.
Tu ultrapasaste
Como si fueses Cid campeador
Las fronteras de mi aura,
Los bordes de mi temor,
Tú sedujiste mi alma,
Tú ataste mi espíritu y amor
A las gotas de rocío de tu cuerpo,
Al néctar divino de tu sexo,
Al perfume inmaculado de tu voz
Y cuando tu beso repasó
Mi boca sedienta de ilusión
Yo empecé a levitar como si fuese
Gurú hindú poseído
Por el dios de la emoción.
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