El enternecido temblor que experimento
Cuando siento
Tus labios rojos
Llenos de candor
No lo experimenta en el cielo
Ningún dios,
Porque tu creaste los soles
De mi pasión
Y en mi interior resplandecen tus ojos
Como gigantesco mar que palpita
Al ritmo de mi corazón.
Hazme reverdecer entre tu bosque
Y deja que tus musgos y tus líquenes
Cubran por entero mi razón,
Atrápame entre tus lianas
Y que tus ramas
Me sirvan de cálido edredón.
Haz que mi cuerpo se estremezca
Con tu cálido amor
Y llévame si así lo quieres
Hasta tu mismo infierno
Si vienes
Con tus labios poseídos de candor.
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