Me basta con que tu brazo
Me sirva de sillón reclinatorio
De litera de reina
O de esponjoso cálido edredón
Me basta con que tu boca
Seduciente de seda seduzca
La pusilanimidad de mi interior
Porque se que tus brazos y tu boca
Son la llave mágica que atesoran
Tu crepúsculo y tu aurora.
Pero después de que yo galope
Por los senderos ocultos
De tu piel
Ya no va a bastarme
Sino con tu flor hermosa
Perfumando mi desnudez
Y se que cuando yo coma
De tu manzana primorosa de placer
El infierno será poca cosa
Para hacerme retroceder
Porque se que tu fresca rosa
Más placentera es
Que el calor que tu brazo provoca
Y que el sabor de tu boca también.
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