No es porque sean
Los primeros días del otoño
Ni porque el ventarrón despiadado
Haya destruido el espacio de mi hogar.
No es porque las hojas
Ultimas secas tremolantes
De mi árbol hayan caído
No porque la sombra del olvido
Esté regateando a mis soles
Un mega espacio
Donde sus tinieblas instalar.
Este sol fulgurante de tu rostro
No puede ser
Tan hieráticamente impecable
Con tu mirada faraónica
Llena de altivez,
Tiene que haber una sonrisa
Oculta en algún recodo de tu cara
Una sonrisa pulcra radiante desenfadada
Que puede hacer pasar
Los tristes días grises de mi otoño
Y que deshagan el ventarrón despiadado
Que carcome mi amenazado hábitat,
Tiene que haber una sonrisa tuya
Aun envuelta en su plástico
Sin estrenar
Que haga reverdecer como por magia
Las hojas casi perdidas
De mi vacío desnudo árbol hogar,
Tiene que haber una sonrisa tuya
Que restaure mi consuelo y mi paz
Y que impronte con su luz
Las fugaces nítidas concretas ilusiones
Que caen por rutina en mi mar,
Tiene que haber una sonrisa tuya
Que disipe la sombra del olvido
Y que le permita a mi espíritu
La tristeza y la soledad espantar.
Tiene que haber una sonrisa tuya
Escondida en algún lugar,
Sólo de imaginarme no vivirla
Se desgarra mi vientre
Y mi mente
Se rebosa de inquietud y de mal,
No es porque sean
Los primeros días del otoño
Ni porque el ventarrón despiadado
Haya destruido el espacio de mi hogar.
No es porque las hojas
Ultimas secas tremolantes
De mi árbol hayan caído
No porque la sombra del olvido
Esté regateando a mis soles
Un mega espacio
Donde sus tinieblas instalar.
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