Exactamente como dos girasoles
Se abrieron tus ojos
Frente a mis ojos
Y el aroma de tu luz
Me embriagó a tal punto,
Que los copos de nieve
Que reposaban en la elevada cima
De tus sensuales pechos,
Hicieron que me embobara.
Por eso la próxima vez
Que bese tu boca mi boca,
Mis pupilas van a ser
Dos abiertas claraboyas
Para dejar penetrar
A mi alma dormida
La luz de tu mirar.
Porque después de haberte conocido
Me es imposible
Ignorar que tus ojos
Exactamente como dos girasoles
Se abrieron frente a mis ojos
Y el aroma de tu luz
Me distrajo a tal punto,
Que ya no tiene sentido
Querer salvar mi alma
Del infierno incandescente
De tu roja boca.
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