Es verdad que no tengo alas
Para remontarme a las alturas
Como lo hacen las águilas
Sobre las montañas estadounidenses.
Es verdad que no soy un gas
Que fácil puede trasmutarse,
Evaporarse y elevarse
A los lugares etéreos
Que cubren el universo.
Es cierto que no soy un cometa
Que se desplaza fugaz
Dejando su estela de luz
A través del firmamento.
Ni tampoco soy una estrella
Que refulgente ilumina con su luz.
Tampoco soy un cohete
Que se desplaza hacia el cielo
Con la enorme fuerza
De la energía nuclear.
Pero yo tengo la honda certeza
En mi corazón y mi espíritu,
De que tu magna belleza
Y tu sublime amor,
Van a hacer que mi alma
Se catapulte más allá del más allá,
Ultrapasando las zonas del ozono
Más altas en el cielo
Cuando vea tu dulce rostro
Resplandeciendo entre tu sonrisa.
Porque más fuerte que la muerte
Ha sido la seducción
Que ejerciste en mi vida.
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