Eran los días
De fines de otoño
Y muy a pesar
De la temperatura fría
Brillaba la luna
En medio de un cielo
Totalmente despejado.
La noche estaba hermosa
Que se sobrecogió por entero
Mi espíritu
Y se compungió mi alma
Y entonces busqué tus ojos
Tu boca y tus pechos
Para poseerlos sin dudas
Porque te creí mía
Por eso te busqué
Para amarte
Y no pude encontrarte
Entonces me sentí tan vano
Como el estrafalario orgullo
De una mujer adultera
Y aunque eran los fríos días
Del grisáceo otoño
Y aunque la noche estaba
Tan exageradamente hermosa
Que se compungió mi espíritu
Cuando te busqué desesperado,
No pude encontrarte.
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