Aunque vengan majestades
Ofreciendo ilusionarme
Con villas y castillos
Y aunque vengan dioses
Prometiendo concederme
Todo lo que desee
No haré vacilar
Ni a diestra ni a siniestra
Mi firme parecer
Porque muchísimo antes
De la fundación del mundo
Ya me había propuesto
Amarte desmedidamente
Cuando los dos éramos espíritus
Ya empezaba a amar
Tus ojos color café
Tus labios femeninos
Y tus pechos tan virginales
Como la misma castidad
Por eso es que estaré
Firme y doblemente seguro
De que te amaré mas
De lo que te amo ahora
Porque nadie jamás podrá
Convencerme de que no te ame
Como lo estoy haciendo
Aunque me ofrezcan fortunas
Fama, éxito y vida eterna
No haré cambiar mi parecer
Porque antes que todo te amé
Cuando los dos éramos espíritus.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario