Desde que vi tus ojos
Supe que te amaría
Tanto como a mí mismo
Porque intensamente me miraste
De una manera peculiar
Y tiernamente sonreíste.
Fue cuando me di cuenta
De la enorme belleza
Que tenías incrustada
Entre todo tu ser
Y cuando supe tu nombre
Me di cuenta que en verdad
Eras una reina
Poseída por el espíritu
De la más cara belleza
Y tus modales femeninos
Me dejaron desequilibrado
Hasta el punto de caer
Como un vasallo malherido
Ante tus pies
Para que hicieras de mí
Lo que se te antojara
Porque inevitablemente
Me di cuenta que en verdad
Eras una reina
Poseída por el espíritu
De la más cara belleza
Y desde entonces me rendí
A cada uno de tus deseos
Para que hicieras conmigo
Lo que mejor te pareciera
Porque me había dado cuenta
Que realmente eras una reina
Poseída por el espíritu
De la más cara belleza.
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