19891130

0132 Narración sobre Priscilla

¡Oh mi grande imaginación
Que me permite recorrerle
Como si fuera un país!
Y después de ver concluida
Mi larga y placentera jornada,
Tengo que decir que es preciosa.
Me escapé por los dedos de sus pies
Y trepé por sus piernas de hembra,
Hasta llegar a sus sensuales caderas,
Y caminaba tan ensimismado
En la belleza que observaba,
Que no percibí mi caída en su ombligo.
Después de levantarme embriagado,
Continué mi caminata empedernido,
Hasta llegar a las perfectas simas
De sus senos de mujer,
Y subí hasta la cima del placer,
Y probé del almíbar de mi recorrido.
Luego rodé por sus hombros
Hasta acariciar levemente su cuello,
Y fue tanto lo que excité mi cuerpo
Trepado sobre su silueta.
Que la imaginación me obligó
A narrar con puntos y comas,
Su precisa y exacta proporción.
Además de todo lo recorrido,
Pude llegar hasta sus rojos labios
Y bebí del agua de la vida.
Caminé luego por sus mejillas
Y hundí mi cuerpo en su interior.
Quedé casi muerto por el placer,
Y solo con el aliento convincente
Para al final narrar en mi diario,
Que en su cuerpo está incrustado
Doblemente el paraíso.

0131 Critica sobre Priscilla

A veces quisiera mentirme a mi mismo
Y así poder buscarle un defecto,
O adquirir el truculento poder
De decir ábrete sésamo,
Y que se abriese su imperfección,
Para no creer que su belleza
Es superior a todo conocimiento.
Entonces sería el más árido
De los críticos de su vida,
O si los años sucedieran
Y su rostro se tornara gris
Y así la belleza abandonara su cuerpo,
Destruiría con mis comentarios
Lo que de ella quedara.
Pero parece imposible que suceda
Porque su belleza es infinita
Y su gracia jamás vista.
Pero temo que sea un monstruo maligno
Rodeada de un cuerpo grácil,
O un espíritu de los abismos
Trasformado en femenina perfecta.
Yo ya no sé ni lo que quiero,
Si destruirla con mis criticas
O edificarla con mis alabanzas,
Porque lo peor de todo esto
Es que siento amor por ella
Y cuando quiero severamente criticarla,
No hago más que darle alabanzas.
Aunque en realidad ella es:
La única y verdadera artífice
De la luz que rodea mi oscuridad.

0130 Soliloquio sobre Priscilla

Su mirada es más penetrante
Que el mar bravío en la bahía.
Tal vez por su acentuado color café,
O por la expresión de sensualidad,
Con la que suele mirarme.
Desde mi punto de vista creo
Que ella es el punto de partida
En donde se inicia la belleza,
Y en su rostro dulcemente aniñado
Se conjuga lo paradisíaco.
Y puede convencer con sus labios
A la misma soberbia terquedad,
Además de que su rica voz
Es mucho más refrescante
Que el agua fría en el desierto.
Pienso que es muy buena
Porque me deja refrescar el alma
Cuando me miro en sus ojos,
Y porque su cuerpo es preciso
Para saciar mis necesidades,
Ya que todas mis funciones básicas,
Están descritas y contenidas
Entre su aniñado rostro de mujer.
Por eso pienso que es superior
A las demás mujeres de la tierra,
Porque es idónea para mi gusto
Y porque además de su belleza,
Posee todas las cualidades
De una mujer seductora, atractiva y perfecta.

0129 Pero por mí no serás querida

Ya no sé a quién culpar
Por mi estúpida elección
Si decidir mi vida quitar
O destrozar mi corazón.

Yo que te quise tanto
Y ni siquiera me hiciste caso
Solo me dejaste un llanto
Por haber dado este mal paso.

Yo que tanto te quería
Y tanto que me ignorabas
Prohibiste que fueras mía
Sabiendo cómo te amaba.

Que torpeza cometí al quererte
Fui tan tonto al elegirte
Si me prohibiste hasta verte
Y mucho más el conseguirte.

Ojalá pueda hoy volver
A elegir de nuevo mi vida
Para asegurarme de un querer
Que tenerlo no me lo impida.

Como lamento haberte querido
Si tu tanto me ignorabas
Sólo puedo dar mis quejidos
Al recordar cómo te amaba.

Te llegué a amar con locura
Y tu no supiste apreciarme
Me trataste sin dulzura
Porque solo hacías despreciarme.

Sabiendo cuánto te amaba
Optaste por despreciarme
Y con altanería me ignorabas
Estando a punto de arrastrarme.

Pero voy a reponerme
Y voy a curar mis heridas
Y entonces volverás a verme
Pero por mí no serás querida.