El epítome de mis ansias
Queda dicho en la angustia
Que anida en mi garganta.
Me imantas a tu cuerpo.
Y tengo temor de que tu luz
Estampe nuestro encuentro
En las paredes de mi cuarto,
Lo mismo que la bomba
De Hiroshima imprimió
Con su luz las sombras.
Para que sea más intenso,
Hay que postergar el placer.
Pero te aseguro que
Cuando las manecillas del deseo
Lleguen a la hora cero,
Cuando entregues
Tus golosinas a mis besos,
Cuando mi relámpago atraviese
La espalda de tu cielo
Y me oigas gemir,
Habrá valido la pena
Ser expuesto a la espera.
Para que sea más intenso
Hay que postergar el placer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario