Mi vida que es finita
Debe rozar con algo,
Ese algo eres tú.
Fui arrastrado
Por el vórtice creado
Por el movimiento
De tu ala
Al borde
De mi universo.
La vorágine de tu aleteo
En torno a mis florecillas
Generó dentro de mí,
Este océano interior,
Este antidesierto,
Esta tundra, esta taiga,
Esta savia de madreselva.
Por eso sin escrúpulos te pido
Que batas frente a mí tus palmas,
Que me abraces con diestra ternura,
Que me protejas entre las plumas de tus alas.
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